JOB 23

Hoy alabamos y adoramos a nuestro Dios porque podemos descansar y esperar en Él. No escondemos nuestra preocupación, o nuestra perplejidad al contemplar o ser partícipes del sufrimiento inherente a nuestra existencia. Sin embargo, estamos plenamente convencidos que un día tendremos una conversación tranquila y razonada con nuestro amado Señor y Salvador, que nos escuchará y nos hará ver las cosas tal como son.

Hoy, ciertamente, no sabemos dónde se encuentra Dios en medio de tanta miseria, pero sí tenemos la certeza de que nada escapa a su conocimiento. Él sí sabe dónde y cómo nos encontramos. Sabe que la prueba nos purificará como al oro. Y nosotros, mientras tanto, seguimos su rastro a través de su Palabra, más necesaria que el pan de cada día.  Le adoramos con temor porque, por su gran poder, nada detendrá su justa y soberana voluntad. Por ello, en la ora más oscura, aún con temor, sabemos que su luz no se apagará.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.