Hoy pedimos perdón por todas aquellas veces que falló nuestra fe. Todas aquellas ocasiones en que la duda 🤷♂ y el miedo 😱 nos paralizaron. Hoy venimos ante su presencia para que nos convenza de su poder y nos use como instrumento suyo . Agradecemos, y reconocemos su paciencia con nuestra incredulidad y terquedad. Le alabamos igualmente por su ayuda, manifiesta a través de nuestros hermanos en la fe. Así como su amor, expresado en la comunión y amor fraternal.