1 CORÍNTIOS 10

Hoy rogamos por nuestra comida y bebida espiritual: Jesucristo. Nuestra necesidad más perentoria. Pero, al mismo tiempo, pedimos que, participando de lo santo, no seamos también idólatras deseando todo aquello que es malo. Que no nos gobiernen deseos de inmoralidad sexual, ni de hedonismo materialista, o rebeldía. Porque nadie puede escapar a la ira de Dios. Que sepamos ver el peligro que esconde toda tentación para pedir ayuda en el momento oportuno a aquel que ha vencido. Porque sí oramos, el Señor siempre dará una salida.

Pedimos, además, al Maestro sabiduría de lo alto para discernir lo que es realmente bueno. Porque, aunque todo nos es permitido, ciertamente, no todo conviene. Imploramos pues conocimiento para discernir aquello que de verdad edifica: Buscar el bien común antes que el propio. Dar un testimonio fiel a cualquier persona, y en cualquier circunstancia. Un corazón siempre agradecido. Buscar la Gloria de Dios en todo lo que hacemos. Y un anhelo entrañable que nos haga fieles administradores de la Gracia divina.

JOB 23

Hoy alabamos y adoramos a nuestro Dios porque podemos descansar y esperar en Él. No escondemos nuestra preocupación, o nuestra perplejidad al contemplar o ser partícipes del sufrimiento inherente a nuestra existencia. Sin embargo, estamos plenamente convencidos que un día tendremos una conversación tranquila y razonada con nuestro amado Señor y Salvador, que nos escuchará y nos hará ver las cosas tal como son.

Hoy, ciertamente, no sabemos dónde se encuentra Dios en medio de tanta miseria, pero sí tenemos la certeza de que nada escapa a su conocimiento. Él sí sabe dónde y cómo nos encontramos. Sabe que la prueba nos purificará como al oro. Y nosotros, mientras tanto, seguimos su rastro a través de su Palabra, más necesaria que el pan de cada día.  Le adoramos con temor porque, por su gran poder, nada detendrá su justa y soberana voluntad. Por ello, en la ora más oscura, aún con temor, sabemos que su luz no se apagará.

LUCAS 9

Hoy pedimos al Señor que la proclamación del Reino de Dios y la sanación integral que conlleva no se aparten nunca de nosotros. Que nuestro paso por la vida no deje a nadie indiferente. Que sea causa de perplejidad y confusión en aquellos que están lejos del Reino de los Cielos, pero al mismo tiempo, despierten el apetito salvífico que hemos recibido en la muerte y resurrección de nuestro Salvador.

Al mismo tiempo, seguimos implorando al Señor que se dé a conocer personalmente a cada uno de nosotros aumentando así nuestra fe, mientras despierta la humildad característica de los ciudadanos de su Reino, y adormece el orgullo y la ambición propias de este mundo.

Finalmente, le pedimos que el amor y la misericordia den fruto en nuestros labios, aún con aquellos que nos rechazan y desprecian abiertamente. Por otro lado, le rogamos que el alto coste que conlleva su Reino no nos deje nunca rezagados.

ÉXODO 6

Hoy damos gracias al Señor por su revelación, recibida mediante el Espíritu Santo y el testimonio de su Palabra. Le pedimos que mantenga viva nuestra fe en Él, y en su victoria sobre la muerte y el poder del pecado, así como en la certeza de su pronta venida. Por consiguiente, le rogamos que nuestros labios no se avergüencen nunca de dar testimonio de tan gloriosa esperanza.

1 CORINTIOS 9

Hoy pedimos al Señor que mueva nuestros corazones a compasión por aquellos que se dedican a la obra de Dios. Que el resultado de la labor de Dios a través de sus manos nos sirva de acicate para ser partícipes de su trabajo y su esperanza mediante nuestro apoyo. Pues no olvidamos, que la responsabilidad de predicar el Evangelio es siempre compartida por todos sus hijos.

Pedimos, por lo tanto, empatía y compasión por las almas. Que sepamos construir puentes por los cuales la salvación llegue a aquellos que se pierden. Que nuestras obras sean coherentes con las Buenas Nuevas del Evangelio.

Corriendo, entonces, todos los hijos de Dios una misma carrera, rogamos al Señor fortaleza y disciplina para aguantar el ritmo hasta el final. Porque todo esfuerzo y sacrificio hecho en su nombre no quedará sin su recompensa aquí ahora y en la eternidad.

Génesis 1:20-28

Los animales son creados (20-25)

Sin entrar en qué medios utilizó Dios para crear los animales, si podemos afirmar que son creados al precepto de su palabra y que son clasificados según su hábitat y según su especie. La Biblia no dice qué métodos científicos utilizó Dios, pero sí dice que fue Él quien lo creó todo. Deducimos, por lo tanto, que todo fue creado ordenadamente y sujetándose a las leyes naturales que Él mismo estableció.

Dios se constituye como el gran arquitecto del universo. Él diseña, Él ordena, Él construye y mantiene la Tierra y todos los animales que viven en ella. Por lo tanto, su fidelidad es inherente a la misma existencia de toda criatura. No importa la inmensidad de los mares y toda la riqueza marina que albergan. No importa los grandes animales marinos que nadan en ella. No hay nada que no haya sido creado por Él por grande y majestuoso sea. El texto bíblico nos recuerda que toda esta maravilla no es para que sea objeto de nuestro culto, ni de nuestro abuso. Es motivo para adorar y bendecir a su único Dios, creador, Señor y sustentador del universo.

No es baladí que Moisés mencione que Dios creó las grandes criaturas de los océanos, siendo criaturas que eran adoradas por aquellas antiguas civilizaciones. El autor proclama que esas portentosas criaturas, no eran otra cosa que seres creados por el Todopoderoso. Además, deja claro que la bendición de la fertilidad sólo puede venir del único Dios verdadero.  

El hombre es creado a la imagen de Dios (26-28).

Estos versículos contienen unas de las afirmaciones más importantes de la Biblia. Aquí encontramos unas de las declaraciones con mayor trascendencia de las Escrituras: Que el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios. Esto es de suma importancia, porque significa que existe un abismo insalvable entre la naturaleza humana y la naturaleza animal. Si Dios ha declarado esto, cualquier otra concepción de la raza humana se queda corta. Si esto es cierto, afirmar que el hombre es meramente un animal “más avanzado” es prácticamente un insulto a nuestra condición.

Queda pues establecido que, como hombres y mujeres, podemos tener una relación con Dios sin parangón dentro de la creación. Debido, precisamente, a estas similitudes con nuestro Creador aprendemos que no sólo fuimos creados para relacionarnos con el mundo animal o entre nosotros. También fuimos creados para tener una relación personal e íntima con nuestro Creador.

De hecho, queda también establecido, que al hombre le es asignada la tarea de la mayordomía del resto de la Creación. Todo ser viviente queda sujeto a su autoridad. Y esta autoridad le ha sido dada precisamente porque ha sido creado a imagen de Dios. Porque Dios ha creado su propio representante en el Universo. Aquel por el cual será hecha su voluntad en la Tierra.

Otra declaración de suma importancia es que el hombre y la mujer son esencialmente iguales. Exceptuando claros aspectos fisiológicos, no hay diferencias entre ambos. Los dos comparten una misma naturaleza creada a imagen de un mismo Creador. Es interesante notar que para Dios el hombre es un binomio: Adán + Eva. Adán no fue creado para vivir sin compañía. Existe una dependencia mutua entre ambos. El ser humano necesita relacionarse con otros seres humanos, es una necesidad vital. Ella es hueso de sus huesos, y carne de su carne, ambos conforman entonces dos partes esenciales de una misma humanidad.

ÉXODO 5

Hoy pedimos valentía y empeño para adorar y ofrecer sacrificios de alabanza a nuestro Dios aunque ello conlleve oposición por parte de la sociedad, o incluso persecución por parte del Estado. Pedimos a Dios ayuda y fortaleza para serle fieles hasta el final.

1 CORINTIOS 8

Hoy pedimos al Señor que nos dé amor. Amor sin el cual todo conocimiento es vanidoso. También pedimos no sustituir el amor que Dios nos da por nuestras tendencias idolátricas. Porque hay un solo Dios y padre creador de todas las cosas, y un solo Señor, Jesucristo, por quien todo subsiste y tenemos vida, habiendo sido, además, redimidos por su sangre.
Rogamos también al Señor su ayuda para emplear la libertad que nos ha sido dada con sabiduría sin causar tropiezo a nadie, mientras todos juntos aprendemos a caminar en el Señor.

JOB 21

Hoy pedimos al Señor consuelo por todas las llagas que el pecado deja sobre cada ser humano. Por este mismo consuelo recibido, pedimos palabra y silencio adecuados para ser bálsamo a nuestro prójimo. Pedimos por ello calor empáticos y sabiduría para sobrellevar las múltiples paradojas de la vida. Porque aunque con frecuencia la vida es dura con el justo y misericordioso, y agradable y próspera con el injusto y malvado. Hay preparado un gran día, de gozo abundante para unos, y terrible espanto para otros.

ÉXODO 4

Hoy pedimos perdón por todas aquellas veces que falló nuestra fe. Todas aquellas ocasiones en que la duda 🤷‍♂‍ y el miedo 😱 nos paralizaron. Hoy venimos ante su presencia para que nos convenza de su poder y nos use como instrumento suyo . Agradecemos, y reconocemos su paciencia con nuestra incredulidad y terquedad. Le alabamos igualmente por su ayuda, manifiesta a través de nuestros hermanos en la fe. Así como su amor, expresado en la comunión y amor fraternal.