Mateo 3:4-6

4-6. Juan era, desde luego, un extravagante. No se podía pasar por alto su forma de vivir, comer o vestir. Sin duda, era un excéntrico, aunque en las Escrituras no es el único. Otros profetas, como Elías, también habían vestido anteriormente con piel de camello y cinto de cuero. Comer langostas silvestres entre aquellos que vivían en el desierto.