Noé confinado en el Arca (Génesis 7:13-16).

Así que, llegado el día. Noé y su familia entraron en el Arca. Porque tras un buen testimonio, la Salvación también acaba llegando aquellos que nos son más allegados. El pacto que Dios hizo, lo hizo con Noé, pero Dios no nos ve simplemente como individuos, sino como parte intrínseca de una familia.

Pero, el interés de Dios no sólo es preservar a Noé y su parentela más cercana. También toda la fauna que Él mismo ha creado. Salvando las distancias con el hombre. Dios ama profundamente su creación. Especialmente, los animales. No cabe duda de que Dios ayudó a Noé en tan monumental tarea de recolección y clasificación de animales de cada especie. Del mismo modo, el Señor no ha dejado solos a los creyentes. Él ha dispuesto de fuerzas angelicales que nos sirven y ministran siempre según su voluntad (no la nuestra).

En parejas fueron entrando. De ambos sexos, tal y como el Señor había ordenado previamente, disponiendo de todo lo necesario para un nuevo comienzo en que vuelvan otra vez a reproducirse y a llenar la Tierra. La heterosexualidad es totalmente necesaria para preservar la vida en la mayoría de los animales. Huelga decir que lo mismo ocurre con los hombres y las mujeres.

Un animal no es cualquier cosa, es un ser vivo en el que Dios ha puesto aliento de vida. El orden natural jerárquico vuelve a repetirse. Dios manda al hombre, el hombre obedece y ejerce su autoridad sobre la creación, en este caso sobre los animales. Esto queda plasmado en el orden en que entran en el Arca. Primero los animales, luego Noé, y finalmente Dios cerrando la puerta.

Dios es quien abre la puerta de la salvación, pero también es él el que la cierra. Él es el principio y el final de todas las cosas. Así que vano trabajo es buscar la salvación en otro que no sea el Señor del universo. Noé fue salvo, de principio a fin, por aquel que lo creó, y lo llamó. Noé, por fe, sólo siguió los pasos que le fue indicando el Salvador. Porque, como nos irá recordando la Escritura a lo largo de toda la historia. La Salvación pertenece Jehová.