Señor, danos sabiduría para educar a nuestros hijos. Pon también en ellos espíritu de obediencia para con nosotros. Ayúdanos cuidar nuestras palabras, que por ellas seamos instrumento de bendición. Motívanos para ser diligentes abandonando toda ociosidad. No dejes que seamos instrumento de mentira. Ayúdanos a descubrir la verdadera riqueza. No dejes que brote en nosotros espíritu de soberbia, o de vanidad. Ayúdanos a valorar la recompensa que otorga tu santo temor. Ayúdanos a ver que en tus caminos hay vida. Danos prudencia para proceder con sabiduría. A ser fieles transmisores del Evangelio. Ayúdanos a admitir nuestros errores y a discernir el sabio consejo. Apártanos de la comida de los impíos, más sácianos con tu verdad. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.