Padre amado, teniendo acceso a tu misma presencia. Ayúdanos a no descuidar nuestro ministerio intercesor delante de ti. Que no se apague nunca la luz de nuestras oraciones. Que no nos cansemos, ni nos olvidemos de traerte acciones de gracias constantemente. Que el testimonio dado por tu Santo Espíritu no disminuya en nosotros ni se apague hasta que tu vuelvas. Amén.