GÁLATAS 1

Señor, alabado y bendito seas porque venciste a la muerte y, habiendo resucitado, has puesto en nuestros corazones esperanza y vida eterna. Ayúdanos a servirte siendo corresponsables en medio de tu obra. Te agradecemos el perdón de nuestros pecados allí en la cruz. Te damos gracias por habernos rescatado de esta generación perversa. Haz, Señor, que nuestras vidas brillen con tu Santo Evangelio hasta que tu vuelvas.

Guárdanos, Señor, de todos aquellos que predican “otro” evangelio. Que no prefiramos agradarnos a nosotros mismos o los hombres antes que a ti. Que no perdamos de vista que sólo podemos servirte si antes nos sometemos completamente a ti.

Manifiesta en nosotros el Evangelio Señor. Conscientes de que no podemos entenderlo ni comunicarlo por nuestras propias fuerzas o capacidades. Que nuestras vidas, transformadas por tu poder, provoquen en aquellos que nos observan la alabanza y la adoración que sólo tú mereces. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.