Señor te damos gracias por todas las riquezas de tu gracia. En especial, aquellas que ya podemos disfrutar. Te agradecemos cada don que has repartido entre nosotros. Muévenos, Señor a ofrecértelo en acción de gracias.
Y que todo sacrificio y toda labor en tu nombre sea hecha alrededor del trono de tu Gracia. Haznos dignos de estar en tu presencia. Haznos recipientes de tu luz y tu calor, para traer paz y consuelo a todos aquellos que nos rodean. Amén.