Hoy pedimos al Señor una respuesta sincera y sentida de gratitud al Señor por su Salvación manifestada en una clara determinación a buscar su voluntad obedeciendo su Palabra. Pedimos que abra nuestros ojos a su amor y cuidado constante. Le alabamos y le bendecimos porque sólo Él es el Creador de los Cielos y la Tierra, y todo, absolutamente todo, es posesión suya.
Por otro lado, pedimos no tomarnos a la ligera su santidad y su justicia. Rogamos que nunca se aparten de nosotros el santo temor que merece. Pidiendo constantemente su ayuda en oración, y buscando asiduamente su voluntad en su Palabra.