2 CORINTIOS 5

Alabado y bendecido sea Dios porque si esta tienda terrenal, que es nuestro cuerpo, es destruida, tenemos de Dios un edificio eterno en los Cielos. Le damos gracias y nos llenamos de gozo y esperanza al saber que de una forma o de otra pronto lo mortal será absorbido por la vida. Testimonio nos da de ello el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Mientras tanto pedimos al Señor que nos conceda el serle agradable en toda nuestra manera de vivir. Porque cada uno de nosotros debe compadecer ante el tribunal de Cristo, no para ser condenados, sino para ser recompensados por todo aquello que hicimos estando en este cuerpo.

Pedimos pues, empaparnos del temor de Dios, para ser alabados por Él, y reconocidos por los hombres. Pedimos sabiduría para responder a los que viven a Cristo de apariencias y no de corazón. Que el amor de Cristo nos apremie en esta bendita locura: Vivir en y para Cristo. Porque nuevas criaturas somos en Él ¡Reconciliémonos con nuestro Señor!

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.