JOB 33

Hoy pedimos al Señor discreción, control sobre nuestra lengua sabiendo que en las muchas palabras no hay más sabiduría. Que nunca nos embriaguemos de grandilocuencia confundiendo nuestra limitada percepción de las cosas con la inmensidad del conocimiento divino. Que nuestra palabra, por “sana” que sea doctrinalmente hablando, nunca sea para contención sino para edificación

Alabado y bendito sea nuestro Dios y Padre que nos es propicio toda la vida. Porque su amor no tiene mesura y su conocimiento siempre nos excede.