Hoy pedimos al Señor un espíritu de sujeción y dependencia para que, mediante nuestra obediencia, muchos sepan que Jesús es el Señor. Pedimos también valentía para enfrentar las dificultades con confianza y fe en nuestro Salvador. Que nunca cedamos al deseo de volver atrás. Que nuestra fe abra las puertas del Cielo para que veamos su mano poderosa librándonos de todos nuestros enemigos mientras avanzamos confiadamente hacia la Tierra Prometida.