LUCAS 16

Hoy pedimos al Señor que nos libre del poder engañoso de las riquezas. Que sepamos ser sabios para utilizarlas en beneficio de aquellos que, al igual que nosotros, tampoco las merecen. Que entendamos la generosidad como la mejor inversión en el Reino de Dios. Porque nuestra ciudadanía en él es inmerecida, y porque no podemos servir a Dios y al dinero.

Pedimos también a Dios que nos muestre todo aquello que le es abominable, que sea Él nuestra vara de medir y no el razonamiento humano. Que no haya en nosotros pecados ocultos o consentidos.

Que nuestra perspectiva de la vida vaya mucho más allá de nuestros días en este mundo, y que la Palabra de Dios, con toda su agudeza, vitalidad, y eficacia, nos haga su mejor legado durante todo nuestro peregrinaje.