Hoy pedimos al Señor que tengamos en alta estima su salvación y no pasemos por alto todos los recordatorios que de ella nos ha dado. En acción de gracias, le pedimos que nuestras vidas se mantengan alejadas del pecado sin olvidarnos de guardar siempre un tiempo para gozarnos en ella con nuestros hermanos en la fe.
También le pedimos sabiduría para discernir y ver las columnas de nube y de fuego que Dios pone delante nuestro día y noche para guiarnos siempre por el mejor camino, por angosto y largo que este sea.