JOB 28

Hoy osamos pedir al Señor Sabiduría. La auténtica Sabiduría, aquella que no conocen los hombres. Aquella que es más valiosa que el oro, o las piedras preciosas. Ojalá nuestro corazón la deseara fervientemente, y la buscara diligentemente. Porque la Sabiduría no se encuentra entre los hombres, y sólo Dios la puede dar. Sólo Él entiende su camino, y sabe dónde hallarla. Pues sólo el Temor de Dios es la sabiduría, y apartarse del mal la inteligencia.