Hoy pedimos al Señor que nuestra vida deje una estela que sea recordada a través de los años, incluso cuando ya no estemos. Pero que, al mismo tiempo, nunca dudemos de la Gracia. Siempre compasiva con aquellos que se arrepienten. Ni del poder de Dios, capaz de transformar nuestros errores en bendiciones. Siempre poniendo la mirada en la Tierra 🌏 que Dios ha prometido a los que le aman.