Mateo 4

Mateo Capítulo 4

La vida de Jesús, como la del cristiano, es en buena medida experimentar una prueba tras otra. Es el Espíritu Santo quien lleva a Jesús a la “cancha” del desierto, pero es el Diablo quien le tienta. En las tres tentaciones de Jesús quedan de manifiesto varias cosas:

  • El hombre tiene tanta necesidad de la Palabra de Dios como del pan de cada día.
  • Las Escrituras también pueden ser tergiversadas fácilmente y usadas como instrumento del mismísimo Diablo.
  • Dios no puede ser instrumento de nuestros caprichos. No puede llegar a nosotros como un “dios” más sino como el único Dios soberano creador de todas las cosas a quien debemos humildad, obediencia y adoración por encima de toda criatura.
  • El diablo ejerce su dominio sobre las naciones y gobiernos de este mundo, él los administra y los mueve conforme a lo que le ha sido otorgado hasta que se cumpla el tiempo que se le ha sido concedido.

Justo cuando Juan el Bautista es encarcelado, Jesús inicia su ministerio. Es como si continuara, en una segunda fase, la labor de Juan. De hecho, Jesús en su primera exposición predica el arrepentimiento, tal y como hacía Juan, como único medio por el cual alcanzar el Reino de Dios. Es de destacar que el pistoletazo de salida del ministerio de Jesús se dé en Capernaum, al otro lado del Jordán, tierra de Gentiles.

En este capítulo, Jesús enrola sus primeros cuatro discípulos, hermanos entre ellos. Simón y Andrés, por un lado, y, Santiago y Juan por el otro. Los cuatro eran pescadores, y los cuatro tuvieron que dejar sus familias y sus trabajos para servir a Jesús y su Reino. Destacaremos como Jesús aprovecha aptitudes laborales de este mundo para aplicarlas espiritualmente en la construcción de su Reino. Ahora serán pescadores de hombres. También es remarcable que fueran hermanos de sangre. Porque el nuevo Reino de Dios no esta formado por extraños, sino por hermanos de una misma familia en Cristo Jesús. Por ello, Jesús parte de la familia de sangre para crear otra nueva en el Reino de Dios. A partir de ahora, será necesario cambiar nuestra escala de valores.  Habrá que desatar algunos cabos para atar otros nuevos. Aquellos cuatro discípulos serán los primeros cuatro pilares sobre los cuales Jesús empezaría a construir su Reino.

El ministerio de Jesús estalla como un arma de bendición masiva. Recorre toda Galilea y dedica su tiempo a la enseñanza de su Palabra y a la proclamación del Evangelio. Porque toda proclamación tiene que ir acompañada de enseñanza. Finalmente, las evidencias del Reino de Dios y de las enseñanzas de Jesús se ponen de manifiesto. Jesús sana toda enfermedad y toda dolencia. Judíos y gentiles acuden de toda la región para ser librados del dolor, de posesiones demoniacas, epilepsias, y diversas parálisis. 0

Fils conductors

Quant de la fe, l’esperança i l’amor és pot trobar dins nostre quan tractem de convèncer un altre? No és la nostra feina convèncer les persones, em refereixo a la insistència d’una vida merament intel·lectual, que no te res d’espiritual. L’esperit de Déu només donarà la convicció necessària quan així ho permeti la nostra relació amb ell on, amb tota senzillesa, siguem fils conductors de la paraula de Déu. A sovint explotem la paraula de Déu fent-la encaixar dins d’una perspectiva de collita pròpia; però quan es tracta de la gran pau i assossec del descans del Senyor Jesús, fàcilment podem saber on ens hi trobem.
“Descansar en el Senyor» és la perfecció de tota activitat dins nostre. En el raonament habitual de l’home això significa seure amb els braços plegats i deixar que Déu ho faci tot; però el que vol dir en realitat és quedar-nos tant a prop de Déu que arribem a sentir-nos totalment lliures per dur a terme tota tasca humana sense més enrenou. Quan Déu treballa més meravellosament és quan no hi pensem.
Preguntes per reflexionar: Quant del meu mal estar ve de tractar de crear la pau sota els meus propis termes en lloc dels Déu? Quina part del procés de Pau pertany a Déu i quina em pertany a mi?. Oswald Chambers. Cites preses de If Thou Wilt Be Perfect, © Discovery House Publishers

7 Reposa en el Senyor i espera en ell, *
no t’exasperis contra aquells que triomfen,
contra els homes intrigants.
8 No t’irritis ni t’indignis,
no t’exasperis, que només faries mal, (Salms 37:7-8)