con los hombres.
2. El pacto que Dios hace con Abraham es unilateral. Por lo tanto, es Dios quien hace un pacto eterno del cual todos nosotros, los que creemos en el Señor Jesucristo, hemos sido hechos partícipes. Es un pacto personal, porque Dios ha creado al hombre a su imagen i semejanza, por lo tanto, puede tener una relación con él.
No hay mayor milagro que el de la vida. La capacidad de tener descendencia, perdurar a través de las edades mediante la prole. En los tiempos y en la cultura de Abraham los hijos tenían un valor social mucho más relevante del que tienen hoy en día en occidente. En la sociedad del patriarca los hijos eran un preciado activo por el cual una familia se aseguraban la subsistencia, adquiría prestigio social, y prosperidad económica, así como, la continuidad de la estirpe a través de los tiempos.
Ver la entrada original 669 palabras más