Alabado y bendito seas Señor. Porque de ti se ha escrito en la Ley de Moisés, en los Salmos, y en los Profetas. Gracias, porque todo lo que se dice de ti en las Escrituras se ha cumplido, se está cumpliendo, y se cumplirá. Señor, llena hoy nuestros corazones de temor y esperanza mientras esperamos tu pronta venida. En tu santo nombre. Amén.