05. Dicen que en una noche estrellada en oriente medio nuestros ojos podrían alcanzar a ver unas ocho mil estrellas. En este versículo, el Señor muestra a Abraham, de la manera más gráfica posible, cuál es la bendición que le espera. Nada como la creación para ilustrar las bendiciones que Dios ha prometido a aquellos que le aman. De vez en cuando, debemos salir de nuestros “habitáculos” y contemplar las señales de los Cielos, que tan bien nos hablan de la grandeza de nuestro Dios, que los creó, y de cuán grandes y firmes son sus promesas. Abraham mismo, probablemente no sabía en aquel entonces que el alcance de esa descendencia prometida nos llegaría incluso a nosotros. Efectivamente, la descendencia de Abraham sería incalculable…
Contemplar la grandeza de Dios nos hace sentir pequeños, de alguna manera nos pone en nuestro lugar, y a su vez, nos hace más conscientes…
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