Hechos 3:26

Alabado y bendito seas Señor por haberte fijado en nosotros. Gracias Dios y Padre por haber levantado a tu Hijo allí en la cruz. Por habernos bendecido en Su muerte, y en Su resurrección. Haz Señor, ahora, que cada uno se convierta de su propia maldad, empezando conmigo mismo. En el nombre de Jesús. Amén.