Señor y Padre nuestro, alabado y bendito seas por ser tan bueno con todos. Porque haces salir el sol, y haces llover sobre justos e injustos. Abre pues nuestras manos, y ensancha nuestro corazón para derramar tu amor, y repartir misericordia a los que tanto lo necesitan. En el nombre de Jesús. Amén.