Oh Señor, si tuviéramos conciencia de que tú habitas en tu Santo Templo. Abre nuestros ojos, y despierten nuestros oídos. Detén nuestra lengua, y guarde silencio toda la Tierra delante de tu presencia. En el nombre de Jesús. Amén.
Oh Señor, si tuviéramos conciencia de que tú habitas en tu Santo Templo. Abre nuestros ojos, y despierten nuestros oídos. Detén nuestra lengua, y guarde silencio toda la Tierra delante de tu presencia. En el nombre de Jesús. Amén.