Padre y Señor nuestro, te alabamos y te adoramos porque eres limpio de ojos. Sabemos que ningún mal pasa desapercibido ante tus ojos, y que no soportas ver la opresión ni el agravio. Ayúdanos a entenderlo aun cuando vemos que callas ante el menosprecio y las obras de los impíos. Danos paciencia y amor, así como tienes tú con nosotros y ayúdanos a esperar en tu justicia. En el nombre de Jesús. Amén.