SALMOS 3:1

Avatar de CarlesmileEn Tierra Seca

Salmos 3:1. Tener enemigos por causa del Evangelio es lo normal, no la excepción. Vivir íntegramente, piadosamente, con temor de Dios puede producir cualquier cosa excepto la indiferencia entre aquellos que nos rodean. Así que juntamente con aquellos que nos aman, también emergen aquellos que nos odian.

La indignación en el corazón del creyente no debería ser la constante, pero no podemos vivir constantemente sin experimentar la ira eventualmente. Podemos airarnos, el mismo Señor Jesús lo hacía, pero la indignación debe durar un tiempo muy limitado, y en ningún caso debemos utilizar la ira como una palanca para pecar. Aquí, lo realmente difícil para nosotros es airarnos sin pecar.

Nuestros enemigos pueden aparecer de todas partes, principalmente de entre las personas más cercanas. Absalón era hijo de David, Absalón ofrecía incluso sacrificios a Dios mientras conspiraba contra su padre. El rey del pueblo de Dios.

No siempre la mayoría…

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