Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía.
(Sal 42:1)
Alaba alma mía al Rey del Cielo;
A sus pies tu tributo lleva.
Rescatado, sanado, restaurado, y perdonado,
Por siempre Sus alabanzas canta.
HENRY F. LYTE (1793-1847)
Querido Dios, vivo mi vida a tus pies en reverencia a Tí. Acepta mi vida al derramarla delante de Tí. Todo lo que necesito lo tengo en tí; todo lo que quiero lo hallo en Tí. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén.